01 septiembre, 2009

Hada de los Fuegos Fatuos


Se cree que los fuegos fatuos (ignis fatuus) son espíritus malignos de muertos u otros seres sobrenaturales que intentan desviar a los viajeros de su camino, alejándose cada vez que alguien trata de acercarse. A veces se cree que son espíritus de niños sin bautizar o nacidos muertos, que revolotean entre el cielo y el infierno. Modernas elaboraciones ocultistas los relacionan con la salamandra, un tipo de espíritu completamente independiente de los humanos. También encajan en la descripción de ciertos tipos de hada, que pueden o no haber sido almas humanas.


El fuego fatuo aparece en numerosas leyendas populares de las Islas Británicas, siendo a menudo en ellas un personaje malicioso. En su libro British Goblins, William Wirt Sikes menciona una leyenda galesa sobre un fuego fatuo en la que un campesino que vuelve a casa al anochecer avista una luz brillante moviéndose bastante por delante de él. Desde más cerca, logra ver que la luz es una linterna portada por una «pequeña figura oscura» a la que sigue durante varias millas. De repente se halla en el borde de una enorme sima con un rugiente torrente de agua corriendo bajo él. En este preciso momento el portador de la linterna salta cruzando el agujero, elevando la luz muy por encima de su cabeza y lanzando una risa maliciosa, tras lo cual apaga la luz dejando al pobre campesino lejos de su casa, sumido en la oscuridad al borde del precipicio.
Ésta es una historia cautelar bastante común sobre el fenómeno, si bien los fuegos fatuos no siempre se consideran peligrosos; hay algunas leyendas que los hacen guardianes de tesoros. Otras historias tratan sobre viajeros que se pierden en el bosque, se encuentran con un fuego fatuo y dependiendo de cómo le tratan éste los pierden aún más en él o le guían fuera.

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